martes, 29 de enero de 2013

Córdoba y Sevilla

Entre las Navidades y sus comilonas, el tiempo que tampoco ha sido bueno y que apetece un poco de tranquilidad de vez en cuando, con la salvedad de un par de días que hemos estado en la sierra no habiamos hecho ninguna escapada. Pero esta semana pasada nos tentó David para que nos fuéramos unos días fuera y dicho y hecho cogimos el Ave y un par de días en Córdoba y otro par de días en Sevilla.
Estas ciudades son de sobra conocidas por todo el mundo y no voy a descubrir aquí sus maravillosos monumentos, pero si voy a comentar algunas cosas del viaje.
En Córdoba nos alojamos en el hotel los Faroles, un hotel correcto con un trato agradable. En el Restaurante El Rincón de las Beatillas comimos bastante bien con buena relación calidad/precio. Tuvimos un primer día muy agradable para visitar la Mezquita/Catedral, la Judería y el Alcazar de los Reyes Cristianos con su espectáculo nocturno. El segundo día nos acercamos a Medina Azahara con un tiempo lluvioso que nos fastidió un poco la visita y que a mi personalmente me decepcionó un poco.
En Sevilla nos alojamos en el hotel Abanicos, un hotel antiguo pero con encanto, con un trato muy agradable y con un buen precio, hay descuento para mayores de 55. Da gusto pasear por Sevilla ¡Qué ambiente! El tapeo es una cultura que no se debería perder y si encima tienes la suerte de acertar con las tabernas ¡Impresionante!
Gracias a un compañero fuimos recomendados a las Tabernas/Bodegas Gongora, cerca del Ayuntamiento, nos trataron de maravilla y cenamos de tapas buenas, buenas. Mucas gracias al personal de estas tabernas que nos atendíó muy bien y aunque teníamos pensado repetir lo apretado de la visita y la cantidad de sitios para visitar no nos lo permitió. Otro bar recomendable es el Rinconcillo, la taberna mas antigua de Sevilla, donde comimos una Corvina a la marinera que estaba de muerte. Los boquerones adobados de la taberna Blanco Cerrillo son impresionantes y en Las Coloniales también se tapea muy bien.
De las vistas lo imprescindible: Catedral y Giralda con sus vistas preciosas sobre la ciudad, los Reales Alcázares, la plaza de España que cada vez que la veo me gusta mas, barrio de santa Cruz y Triana. El resto queda para otra vez.
Cuatro días para visitar estas dos ciudades se queda muy corto, pero como tenemos pensado repetir no nos importó perdernos algunas cosas. Al final acabamos cansados de patear, pero mereció la pena y volvemos con añoranza del ambiente de tapas que se ha perdido en buena medida en Madrid. Pasen al fondo..... ¿Que van a tomar ....? ¿Una tapita? Pues si una tapita o dos, una cañita, un vinito o dos. Hasta siempre.